6.3.08

Y sigue la maldición

Es oficial, este hitazo de blog que me he armado no aparece en las búsqueda del google; es más, no aparece ni buscando la URL completa. Comienzo a pensar que no ha sido el google sino alguna pendejada que he hecho o he dejado de hacer porque, si fuera Google (ahora sí mayúsculas porque hablaré bien de ellos), no aceptarían mi solicitud para el Adsense y así ganar dinero a costa de los internautas (que bueno -pobres de ellos- pues no; y -cuánta empatía por quien se pasa más de 5 horas detrás de un ordenador conectado a la internet- pues tampoco). Como sea, sigue sin aparecer así que seguiré resistiendo otros días más.

Por otro lado, ahora que tengo el deber de hacer de esto un entretenimiento para aquellos que son trabajadores ociosos, siento un cosquilleo que me hace pensar que comenzaré a leer sobre muchos y variados temas para darle gusto a todos esos trabajadores. Un segundo... espera... no, no era eso, sólo me estaba comenzando a hiperventilar.

Y el colofón: a aquellos que dicen que esto del blog es narcisista, debo decirles que no, no todos los blogs son creados por pulsiones narcisistas extremas. El mío sí.

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