1.7.08

Una de vaqueros

El sábado fui por segunda vez a la "2da Gran Venta de Bodega" (de libros, no de electrodomésticos ni de Avon) en el loby del auditorio nacional. Cómo era de esperarse, hubo mucha más gente y mucho menos libros buenos que el martes, pero de cualquier forma hubo algunos que valieron la pena. Mientras Mar esperaba afuera, agotada y con el brillo de "tengo libros nuevos" en los ojos, tuve que buscar durante una hora a Esdras que había desaparecido y que, por si fuera poco, no contestaba su celular (cuando por fin lo encontré, le dije que viera su móvil y tenía la mínima cantidad de 13 llamadas perdidas) y olfatear los deliciosos miasmas de gente sudorosa (y poco o nada bañada) que se agolpaba en los estands como en las mejores ventas de remate de Liverpool. Lo encontré, pasó lo de las llamadas, salimos, nos encontramos a Josefina (que dice Mar, fui hostil e irónico con ella) y tomamos el metro los 4. Ya sentados en el vagón, giré la cabeza hacia la derecha y vi una cosa que quisera siempre recordar: los 4 asientos estaban ocupados (de esos que se miran de frente), y en cada uno de los asientos, estaba una persona (tres hombres y una mujer) con un libro en las manos y una sonrisita que seguro decía algo como "qué rico es leer".

Ojalá la gente en el metro siempre fuera así.

4 comentarios:

Asombroso Cotidiano dijo...

Qué pasó Gaboneta!
Ya las cortaste para siempre conmigo, verdad? Te dije que me mandaras un sms para ver qué se armaba en la XXX o en otro lado... paf. ya no me quieres. :'(
Violento como niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...
así estoy yo
(así estoy yo)
así estoy yo
así estoy yo...

A dijo...

Estuve por alla el jueves, encontre dos buebnos libros y uno simplemente EXCELENTE, solo tenian 6 ejemplares y cuando tome el mio y lo pague (fui la primera) otros tres ya se estaban lanzando sobres... fue extraño ver a la gente asi, como si fuera miercoles de plaza...

Me contaron que el domingo estuvo en VERDADERO remate, con mas titulos y mas barato todo todito..poero como ya me habia gastado mi presupuesto, no quise ni ir...


ay que bonito

besos contenidos
A.

Carlos Francisco Gallardo Sánchez dijo...

Maike, la gente leyendo en el metro es de lo más común. Y las aglomeraciones en las ferias y ventas de libros son también comunes en esta ciudad de la demasiada gente. Lo sorprendente es que esto sucediera en nuestro querido rancho grande, en donde hasta donde me quedé ni siquiera existe una sola editorial independiente seria. Pero en fin. Un abrazo.

Mariana Pato dijo...

Fuí a esa venta,había joyitas por doquier..que placer.
Y tienes razón..! Algunos rincones del metro se impregnaron de poesía e historias esos días...