8.8.08

Una mañana para recordar

Cuando piensas que o tu percepción se ha vuelto muy refinada o tienes una paranoia que genera alucinaciones, es el momento en el que hay que hacer una entrada nueva; y aunque sé que este blog está en una clara rescisión intelectual, me escudaré en lo que hace poco dijo un amigo: "aún en franca decadencia, tu blog sigue teniendo estilito"; de cualquier forma, más bajo dudo que caiga, así que ya no hay nada que perder.

Decía lo de la paranoia porque según mis especulaciones, ayer estuvieron a punto de robar mi trabajo, específicamente asaltar. Aunque Palestina se burle de mí y diga que no es más que mi psicosis, yo estoy seguro que frustré, yo solo, sólo con mi avezada actitud, dicho robo.
El sujeto se fue (prácticamente se esfumó), llegaron los señores autoridad, di un nombre falso y se levantó el reporte, bueno, levantaron el reporte (¡¡además me hicieron firmar un formato en blanco!!). Luego, como nunca tengo angustias que aquejen mi existir, y tampoco me altero con facilidad, ni me tapo la cara con las manos para que desaparezcan los temblores, estuve que no podía ni conmigo el resto de la mañana (porque el conato de asalto fue en la mañana) y comí para calmarme (ya sé que hago mal, pero mis medias y mi dildo estaban en casa), hasta que llegó mi hora de salida y corrí despavorido de este imán para La ratesa.

Después, en el frontón, porque necesitaba golpear algo para extirpar la frustración de mi ser, estuve jugando solo hasta que llegó el emo, no el emito, el emo, lo reté y lo hice pedazos... jugamos singles y sin mucho alarde ni agresión ¡le gané dos partidos! (para quien sea algo lerdo, el emo es un asiduo asistente de la cancha.), luego arribaron perico, un desconocido (muy malo, por cierto) y el hermanito del desconocido, así que jugamos un par de dobles.
Palestina llegó para burlarse de mi desgracia, terminé el set, fuimos a mi casa y como era de esperarse, me bebí un par de cervezas; frías, complacientes, enervantes cervezas. Luego al Aloha y ahí siguió la fiesta.

Así que ayer bebí para olvidar... bebí para olvidar que bebía.
¿Quién recuerda eso?

3 comentarios:

A dijo...

Yo elimino la frustracion llorando...

Ay que ridicula soy.

Besos jotisimos
A.

Ana Jácome dijo...

Yo también bebo cuando necesito olvidar.... pero espera, en realidad no necesito excusas para beber... sólo, a veces coinciden...

(hay que cargar el dildo, uno nunca sabe lo que puede pasar)

saludos

Anónimo dijo...

Ese Gabo!!! Ya escriba algo para su público impaciente. Besos. Luk. Pd. A ver qué día pasas a la casa a comer.