14.6.12

Periplo


Hace casi seis meses dejé de escribir aquí, en "guayabada". Como era de esperarse, de suponerse y de desearse, mi vida cambió. Mucho para algunos, poco para otros; lo suficiente para mí, lo necesario.
     Terminé una muy larga relación, de la única forma que se terminan esas relaciones: con dureza, con llanto y con odio. Todo en un tono recalcitrante.
     Ahora estoy bien, estoy -ya no digamos feliz- pero sí, al menos, contento.
     Tengo una nueva relación, tal como son las relaciones nuevas: flamantes, hermosas, sin asperezas y con un brillo cegador (segador también, si es que las penas fueran trigo).
    Aprendo más, cada día, no sólo de la flamante/brillante/lisa/hermosa relación, también de mi trabajo y de mis proyectos.

    Así que, luego de este periplo volví. Regreso motivado, en parte, por ese contacto cuasianónimo que me hizo volver el rostro sobre este blog y el espacio de libertad de escritura que permite.

Bienvenidos sean, lectores de mundo, de nuevo a "¡guayabada! El original guayabazo acidulado".

2 comentarios:

Carlos Francisco Gallardo Sánchez dijo...

Un blog es una buena manera de perder el tiempo. Me da gusto este regreso. Enhorabuena, putito.

Gabo dijo...

Yo buscaba el "me gusta" pero luego recordé que esto es más serio.

Saludos, migrante barbado.