23.4.08

Oh, qué linda mañana.

Ayer lo pase muy bien desde la tarde hasta la noche, bebí como no debería, dormí mucho menos de lo habitual y hoy pago las consecuencias.
¡Tengo una resaca terrible!, mi cuerpo tiembla como la mano de Juan Pablo II, estoy a dos punzadas de que se me haga un agujero en la cabeza, tengo una sed horrenda y me siento profundamente adormilado...

No entiendo porqué, habiendo tantos avances tecnológicos como el Atari, los relojes de mano con luz, las calculadoras, una máquina (infernal, por cierto) llamada FAX, y hasta vasectomías sin bisturí, ¿por qué los hombres de ciencia no se inventan un alcohol que no produzca resaca?

Eso sí sería progreso y no patrañas; ciencia... sí claro, puro teatro de sombras.

Yo por eso, digo ¡NO A LA VACUNA CONTRA LA RUBEOLA!

(Casi puedo asegurar que esa "vacuna" es una toxina que hará que todos estemos a favor de la privatización de Pemex y creamos que "Pancho Cachondo" nunca existió.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

yo opino, compañero, ñero, que esa jaqueca y temblorina (o séase, cruda) es una secuela de la vacuna antirrábica...perdón, pa la rubeola, pues, porque yo también amanecí con los mismos síntomas y oh! qué curioso! ayer fui al veterinario a que me la pusieran.

Ana Jácome dijo...

¡oh santas coincidencias! hoy a mí también me tocó pagar la cuenta de una sabrosa borrachera con aguardiente guatemalteco.....de cruda a crudo: saludo!