12.3.09

El alfiler en el zapato.

Ayer me pasó algo extrañísimo:
Iba caminando de la librería hacia la Universidad para entregar un oficio en PROMEP, tomé por la derecha y sobre la banqueta, de pronto, al dar un paso, sentí un pinchazo muy agudo, como si me inyectaran en la planta del pie, mi reacción fue sacarme el zapato y arrojarlo, para luego qué era lo que tenía dentro del calcetín; lo revisé y nada, sólo veía la marca del pinchazo en mi piel, recogí el zapato y al ver el interior, descubrí un alfiler: no estaba dentro del zapato, ¡había atravesado la suela!, se había doblado (seguramente cuando me saqué el calzado de golpe) y no lo podía quitar de la suela.  
Usé unas piedras para retirarlo de mi suela y seguir mi camino. Ya no llegué a tiempo a PROMEP y no me recibieron el oficio, volví a la librería con el alfiler en la mano para explicar el por qué de mi demora. Se rieron de mí, sin más... que esas cosas no pasan, dijeron, al menos no a los humanos.

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