22.9.09

Y así pasaron los días...

Un amigo me sugirió que escribiera o, mejor dicho, que continuara escribiendo. Escribiendo cosas interesantes, decentes -dijo, no articulítos de cuánto te gusta el frontón [sic].

Lo pensé, lo pensé, lo seguí pensando... y mientras más lo pensaba, más me desanimaba y tenía una recurrente idea de qué sería bueno escribir, y de si debía/quería/podía escribir cosas serias, que fueran más allá de una simple mezcla de palabras y líneas que no van a ningún lado.
Me desanimé tanto que dejé de escribir acá en el blog, hasta que hoy pensé que quería volver a escribir en el blog.
El problema radicaba en que nada serio venía a mi mente y sólo me angustiaba pensar que yo también estaba seguro que este blog va en franca decadencia.

Y así pasaron los días...

1 comentario:

Carlos Francisco Gallardo Sánchez dijo...

No hay peor decadencia que la que no se vive. No sea de los que sólo se la imaginan desde lejos pero que hablan como si la conocieran por dentro. ¡Entréguese, revuélquese en ella!